Un total de 260 plazas en talleres han sido cubiertas por personas de Palma Palmilla a través del proyecto “Comunicambio en Palma Palmilla”, desarrollado por Onda Color entre agosto de 2020 y mayo de 2021.
Las formaciones se han centrado en la mejora de las oportunidades de empleo de personas que viven en esta zona desfavorecida. Así los talleres han abordado las habilidades sociales en el trabajo, comunicación y alfabetización digital con el ordenador y el móvil, la prevención de la transmisión de la Covid-19 y la implicación del vecindario en el plan comunitario y en la mejora de la imagen de la zona.
Se han producido 72 espacios sonoros (ver) difundidos mediante FM y a 400 personas a través de Whatsapp, además de otras redes sociales, así como 28 vídeos (ver). En todos ellos el vecindario es protagonista y retrata el esfuerzo que se hace en el barrio por mejorar la situación individual y comunitaria, trasladando una imagen más realista de Palma Palmilla. Estos contenidos han alcanzado a 23.677 personas en Facebook y Youtube, donde se han registrado 1.030 interacciones. En total, las reproducciones de audios y videos superan las 3.500.
“Cuando Onda Color decidió presentarse a esta convocatoria de la Consejería de Políticas Sociales sabíamos que el compromiso con la comunicación comunitaria se sumaba al compromiso con el barrio y con la gente que vive en él a través del plan comunitario de Palma Palmilla. Un compromiso que no es individual, porque sabemos que solos no podemos atender a las necesidades que tiene este barrio ignorado y su gran mayoría de buena gente. Ese compromiso sólo puede entenderse como colectivo, tal y como es el ADN del plan comunitario”, profundiza la presidenta de Onda Color, Rafi Virella. “El trabajo en red es tan necesario como urgente para acabar con una desigualdad que es vergonzante”.
La gente que ha participado en el proyecto
En el proyecto Comunicambio en Palma Palmilla han participado el 16% de las personas con itinerario de inserción sociolaboral abierto por los Servicios Sociales en Palma Palmilla. Este mapa muestra dónde viven aproximadamente las personas participantes directas en el proyecto, si tienen la nacionalidad española u otra y su género.
“No sólo he aprendido cosas importantes para buscar trabajo, sino también la alegría y el optimismo que las personas que dan las formaciones comparten en todo momento”, asegura el vecino Francisco Manuel Medina. “Esto es muy necesario. Lo recomendaría a mucha gente que conozco que ha perdido la motivación y las ganas de tirar para adelante. Estoy muy contenta”, destaca la participante María Pinazo. Felipe Sánchez, que vive en el barrio ha retomado su búsqueda de empleo: “llegué aquí con bastante desconcierto y tras el curso he salido fortalecido en el ánimo. Esto me ayuda a seguir en tiempos tan difíciles”.
Algunos aprendizajes no han sido solo aplicables al ámbito laboral: “Aún no he podido ponerlas en práctica en un trabajo, pero sólo por la conversación que tuve con mi hijo usando las habilidades sociales que aprendí en el taller ha valido la pena”, enfatiza Vivian Isimah. “Estos talleres me han cambiado totalmente. Tras el confinamiento no sabía muy bien qué hacer con mi vida y he recogido el valor y la motivación para volver a ponerme en marcha”, destaca Carmen Martín. “Estos talleres son totalmente distintos a otros del barrio. Me han ayudado a soltarme al hablar y con el ordenador. La formación sobre recurso de empleo, plan comunitario, Covid y la imagen del barrio es esencial”, asegura Antonio Jiménez.
Empleo vinculable al proyecto
Es difícil determinar el impacto de los esfuerzos hechos por Onda Color aislándolos de lo que otras entidades y los Servicios Sociales Comunitarios han hecho en el marco de ERACIS. En el diseño de proyecto que realizó la radio comunitaria de Palma Palmilla, esta entidad no tenía el papel de hacer una orientación ni un seguimiento a las personas participantes, sino que se centraba en la formación. Sin embargo, el desarrollo del proyecto nos llevó a asumir roles de evaluación y seguimiento de determinadas personas y del proceso de trabajo en red en su conjunto.
En mayo hicimos una encuesta a participantes directos consiguiendo una muestra del 50% del total de intervinientes. El 30% de las personas encuestadas ha trabajado en algún momento entre agosto de 2020 y mayo de 2021, si bien el 37% lo ha hecho en un trabajo de menos de 3 semanas y otro 37% en un empleo de 1 a 3 meses. Solo el 16% ha trabajado de 3 a 6 meses y un 1% de forma continuada. Respecto a la principales ocupaciones, más de una cuarta parte de las personas realizaron labores de cuidado de personas y ayuda a domicilio y otro 20%, en limpieza.
Además de ello, una vecina de Palma Palmilla ha sido una de las empleadas que ha desarrollado el proyecto como personal de Onda Color, mientras que otro vecino contratado por la asociación NAIM trabajó repartiendo folletos que publicitaban las acciones formativas de la radio y de otras entidades.
Según la encuesta, la mayoría de participantes no tenían estudios (11%) o estos eran primarios (42%), frente a un 25% con la secundaria completada, un 5% con FP de grado medio , 15% con FP superior o bachillerato y un 2% con titulación universitaria. Estos datos no pueden extrapolarse al conjunto del barrio, ya que la muestra solo representa a las personas atendidas y no a todas las que viven en la zona. Más del 70% de las personas extranjeras no tienen convalidados sus estudios. Tanto esto como la elevada proporción de personas sin la ESO es un problema clave cuya resolución puede desbloquear muchas otras mejoras y oportunidades”, considera el periodista e integrante del equipo del proyecto Alejandro Blanco.
“Tras nueve meses los resultados son pocos en relación al cambio necesario para Palma Palmilla y, a la vez, muchos sabiendo de donde venimos y la pandemia que nos acompaña desde hace más de un año. Nuestro compromiso también es con la transparencia, porque ella es una de las principales herramientas para que nuestro trabajo sea colectivo y eficaz, para que también las personas que nos rodeáis, cuando podáis constatar nuestros resultados, nos indiquéis qué se nos olvida, que tenemos que mejorar, dónde tenemos que estar”, explica otro integrante del equipo del proyecto, Ángel Galán, que se ha centrado en la parte técnica de elaboración de contenidos y en impartir varias formaciones.
La trabajadora social del proyecto, Zoraida Tovar, espera que esta primera convocatoria sirva para mejorar las actuaciones de la segunda. “Ahora tenemos una visión más detallada de qué pasa en el barrio, qué se puede hacer y dónde están las dificultades. Haber hecho evaluaciones grupales con el vecindario sobre el proyecto y el funcionamiento general del trabajo en red en el barrio ha sido muy interesante y útil”.
Mejoras para el futuro
La pandemia de Covid-19 ha supuesto un importante obstáculo para el desarrollo del proyecto tal y como se diseñó, afectando al número de personas que han podido participar.
El 43% de las personas participantes se enteraron de los talleres mediante los mensajes de Whatsapp o las llamadas de nuestra trabajadora social, mientras que el 26% lo hizo tras el aviso de otra asociación del barrio. A pesar del papel central que ERACIS asigna a los Servicios Sociales Comunitarios, estos solo son citados como referencia para enterarse de las formaciones en el 8% de los casos.
Analizando las altas en el sistema de recepción de avisos sobre Palma Palmilla por Whastapp (una de las vías para anunciar cuándo se hacían formaciones y de qué tipo mediante el número 656608514), casi el 27% de las personas llegaron a través de otras entidades sociales y el 22% mediante los Servicios Sociales. El resto, un 51%, fue gracias a la búsqueda de personas del barrio realizada por Onda Color, lo que ha supuesto una enorme sobrecarga de trabajo respecto al diseño inicial.
Vistos los datos, un mejor funcionamiento de los Servicios Sociales puede tener un gran impacto en las futuras ediciones de esta convocatoria, así como que el Servicio Andaluz de Empleo se implique en esta metodología que conecta las políticas pasivas y activas de empleo. Las asociaciones han jugado un papel, pero también tenemos mucho camino para mejorar y dotar de más sentido el concepto de trabajo en red en términos cuantitativos y cualitativos. Por último, la Consejería de Políticas Sociales de la Junta también puede ayudar y facilitar mucho las siguientes convocatorias si reduce la incertidumbre normativa y racionaliza los plazos de resolución y el calendario de pagos.
Las personas participantes han propuesto mejoras en las instalaciones de Onda Color, como un aumento de la visibilidad de las proyecciones en el aula, entregar apuntes al final de todos los talleres y modificar la duración de determinadas formaciones a la vez que se plantean como modulares de cursos más largos.
Respecto a mejoras para el conjunto de entidades sociales y públicas, el vecindario participante solicita un mayor seguimiento individualizado por parte de los Servicios Sociales y de las asociaciones, formaciones en desempeños profesionales concretos y que tengan prácticas en empresa, realizar evaluaciones funcionales en grupo con las personas participantes e informar más sobre el plan comunitario del barrio.
Algunas de estas mejoras tienen una implantación complicada dado que la Junta de Andalucía no ha permitido la subcontratación de formación en la siguiente convocatoria ERACIS de Políticas Sociales. Varias organizaciones, entre ellas Onda Color, alegaron, sin éxito, que sí era posible permitir estas subcontrataciones para, por ejemplo, posibilitar la impartición de determinados carné profesionales o de conducción, dado que el artículo 5.7 de la orden que determina la subvencionabilidad de costes cuando hay fondos europeos sí lo posibilita.
Esta iniciativa se enmarca en la Estrategia Regional Andaluza de Cohesión e Inclusión Social (ERACIS), ha sido subvencionada por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación y cofinanciada por el Fondo Social Europeo.