4 de diciembre de 1977. Málaga va a vivir un día histórico en defensa de la autonomía de Andalucía. Personas de casi todas las ideologías se suman a la movilización en toda la región andaluza. El ambiente es familiar y festivo, a pesar de que el presidente de la Diputación Provincial, se había negado a colocar la bandera blanca y verde en la fachada. Era la única administración que tomó esa decisión. Aquí empieza la trágica historia de Manuel José García Caparrós, su familia y decenas de miles de malagueños en unos días que marcaron su vida.