Saber cuándo dar un paso atrás o a un lado es todo un arte. No todo el mundo tiene la capacidad de darse cuenta en el momento oportuno de que amanece el tiempo de otra gente en las labores que vienes desarrollando en una organización. Por suerte, cuando la ciudadanía elaboró los estatutos de Onda Color, fijó un periodo máximo de 4 años en los cargos de la junta directiva, por si no nos dábamos cuenta :). Esta es la carta de despedida del presi de Onda Color, Ale Blanco.
Querida gente de Onda Color:
Hace casi 4 años que la gente de Onda Color me eligió como presidente de esta emisora comunitaria malagueña. Siempre me ha gustado definirme como el “enmarronado principal” de la radio, porque quita hierro a la denominación “presidente”: la hace cómica, la acerca al activismo más que a la verticalidad del mando. El “enmarronamiento” aporta un matiz crítico sobre cómo se gestionan las asociaciones, sobre lo difícil que es compartir el sacar adelante colectivamente las tareas más aburridas, ingratas y normalmente importantes para que el resto de cosas marchen bien. Y el “marrón” también describe la ocasional soledad de quien es y se siente el último responsable de una organización que ha crecido mucho y bien, aunque todo es mejorable.
Hemos crecido y nos hemos colocado en muchos mapas. Hemos conseguido cambiar la perspectiva de la comunicación en varias decenas de personas (alumnado de Ciencias de la Comunicación) y la semilla seguirá germinando durante sus carreras profesionales o su activismo ciudadano en las próximas décadas.
Me he sentido, básicamente, como una pieza más. A veces he visto reconocido inmerecidamente en mi los esfuerzos de muchas personas. He tenido la gran suerte de recibir mucho cariño y comprensión durante este tiempo dentro de la radio. Sobre todo por contar con una junta directiva que ha aportado el tiempo que tenía, que ya es mucho hoy día. Sin olvidar el tiempo que yo mismo he robado a mi familia, amigos y pareja en labores cuya importancia no siempre he sabido explicar.
He podido morder esa abstracción de empujar con fuerza los cambios legislativos audiovisuales que el esfuerzo cotidiano de más de un centenar de personas me inspiraban. Algunas personas me han considerado un ejemplo o una inspiración. Pero en realidad son muchas, muchas más, las que han sido mi inspiración.
Fuera de la radio, he encontrado un creciente apoyo a lo largo de los años. El maridaje con el Plan Comunitario Palma Palmilla Proyecto Hogar se ha intensificado, pero el compromiso de la radio con su barrio, una expresión de nuestro vínculo con Málaga y nuestro tiempo, siempre me parecerá una asignatura pendiente: es tanto lo que queda por hacer, tan pocos los recursos y tan complejo el día a día…
Al menos hemos podido llevar las reivindicaciones de Palma Palmilla donde nunca antes han estado, incluyendo los reconocimientos que Onda Color ha recibido en todo este tiempo de organismos públicos y privados. Ha sido un honor ayudar a cumplir ese papel y me gustaría seguir en esa tarea.
Haciendo balance de este tiempo no puedo dejar de acordarme de quienes a mi y, lo que más me duele, a este proyecto colectivo nos han puesto piedras en el camino de una forma totalmente arbitraria e injusta; para mi, rozando la prevaricación. Y es que el ser humano a menudo se comporta irracionalmente (y eso no es exculpatorio). El consuelo es que esto forma parte de la vida y que quizá me ha hecho tener más clara la soberbia que espero que nunca se apodere de mi, por más que no comparta lo que me dice otra persona.
En todo caso, nadie es perfecto, y vayan aquí mis disculpas a aquellas personas a las que no he podido o sabido atender adecuadamente en este tiempo o a quienes haya podido molestar por algún motivo.
Es tiempo de que Alejandro de un pasito o un pasazo (eso dependerá de la próxima asamblea extraordinaria de Onda Color) al lado. Me voy al lugar de donde vengo: la “currelancia”. No se trata de querer desplegar falsas modestias sobre mis capacidades, sino de asumir que a las capacidades de las personas siempre le acompaña alguna incapacidad. Y a veces el tiempo las convierte en bolas de nieve que crecen conforme avanzan ladera abajo. Por eso el relevo es una noticia excelente.
Confío en nosotros la gente, en nuestra versatilidad, en nuestras capacidades colectivas, en nuestros aprendizajes, en los nuevos liderazgos.
Tengo las pilas cargadas para lo que Onda Color quiera de mi. Nos oímos. Un fuerte abrazo.
En Málaga, a 2 de septiembre de 2015.
Alejandro Blanco